La copa que veis en la imagen no es que tenga chepa o joroba. Ni un tumor maligno. Simplemente podemos decir que es “el camello” de las copas de vino, ya que tiene un depósito en el que guarda toda una botella de vino. Pero claro, pensaréis que que sentido tiene esto, ya que todo el líquido se caerá. Equivocados están los que piensen eso.
Por “culpa” de algunas leyes físicas, mecánica de fluidos, compresión del aire y dios sabe qué cosas más, el líquido de la joroba nunca saldrá de la copa, tan solo rellenará lo que se ha bebido, teniendo siempre el mismo nivel en la copa. Así, hasta que nos terminemos todo el suministro.
Gracias a esta copa, siempre podrás decirle a tu mujer o al guardia civil que te haga soplar, eso de “Cariño/Señor agente, solo me he tomado una copa. Se lo juro.” Aunque no creo que salga de la casa del diseñador que ha tenido la idea. (Japonés, por cierto.)
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