Desconocemos dónde están localizados estos originales urinarios, quizá en los lavabos de alguna escuela de música o sala de conciertos.
La verdad es que siento cierta curiosidad por experimentar la sonoridad del chorrito al caer. Probablemente, según la presión y la zona del trombón donde apuntemos, el sonido sea diferente y más o menos sinfónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario